¿Sabías que tu lista de invitados primero va a crecer y después va a encogerse?
¡Asi es!
Primero decides invitar, digamos a 100 personas. Un número bonito y redondo. Entonces apuntas en la lista a todos los que quieres invitar.
Después empiezas a agregar gente porque, espera, ese primo que no has visto en diez años se casó, entonces debes invitar a la esposa también. Además, sus hijos ahora son grandes, por lo que también debes invitarlos. Y esa amiga que se mudó a Australia justo estará en la ciudad ese mes, así que tienes que invitarla también. Por cierto, ella viaja con su marido… Y así sucesivamente.
Antes de que te des cuenta, tienes 150 personas y vas muy por encima de tu presupuesto. Pero que no cunda el pánico. Porque no van a venir todos.
Justo después de enviar tus invitaciones, la gente comenzará a confirmar su asistencia y muchos de ellos tendrán algo de última hora y no podrán asistir. Más de los que esperas. Entonces terminas con 80 o 90 confirmados. No es imposible que te cancelen incluso el último día porque el Juanito se ha levantado con fiebre, la canguro no puede venir, se peleó con la hermana y no quieren verse la cara, tienen que llevar al perro al veterinario, etc.
Por eso es tan importante incluir confirmaciones de asistencia en tu suite nupcial. Hablaremos un poco más sobre eso más adelante. 