Si ya estás planeando tu boda u otro evento, lo primero que vas a notar es que hay muchísimas opciones para elegir. Y todos se ven bien, tienen buenas fotos, buena web, buenas reseñas. Entonces, ¿cómo elegir a tus proveedores y encontrar el mejor proveedor para ti?.
No mires el precio, mira el valor
En materia de precios habrá diferencias abismales entre uno y otro, pero este es un aspecto que deberías dejar en segundo lugar. Un producto caro no significa que sea mejor, ni viceversa, y cada quien tiene su propio criterio de por qué cobra lo que cobra. A la hora de elegir, lo mejor es buscar algo que verdaderamente te guste y que te haga sentir bien con la compra o contratación. Si, casualmente, tiene el mejor precio, pues mejor que mejor, pero si está en el rango de precio alto no lo descartes por algo más económico que te no te gusta tanto, porque terminarás arrepintiendote tarde o temprano -y posiblemente hasta termines comprando dos veces.
Lo primero y más importante es el trato y la experiencia
Cuando eres cliente y pagas esperas recibir un buen trato, no solamente un buen producto. ¿Has visto esos profesionales que te tratan como si te hicieran un favor? Que tienes que perseguir, que no te contestan los correos, que te dejan plantada cuando tienes una cita, que se olvidan de enviarte el presupuesto, que te hacen sentir como que no les interesa tu evento?
Esos, por favor, descártalos. ¿Sabes por qué? Porque hay muchas empresas nuevas, pequeñas, modestas, que están recién empezando y tienen muchas ganas de hacer las cosas bien. Profesionales que quieren dar lo mejor de si quedan eclipsados por las grandes empresas, que tienen tantos clientes que ya se dan el lujo de ignorarlos.
Deja tu boda en manos de alguien que la quiera tanto como tú
Piensa que para esa empresa / proveedor puede ser su boda número mil -y vendrán mil más antes que termine el año. Pero para ti es un día único, especial e irrepetible. Compártelo con alguien que comparta tu entusiasmo, que muestre interés, que entienda tu estréss, tu alegría y tus temores. Quién sabe, hasta puedes terminar haciendo un nuevo amigo.